Cuando hacemos la inversión necesaria en tiempo, dinero, esfuerzo y expectativas al iniciarnos en el mundo de la sublimación, lo hacemos confiados en que todo irá bien y cada día seremos mejor y creceremos más. Eso es el deber ser. Pero no siempre resulta según lo planificado o esperado. ¿Por qué? ¿Dónde está la falla? pues no es una ni dos, son varias y también de diferente tipo. Veamos 6 de las más comúnes:
Querer llegar rápido: Sabemos las bondades de este negocio. La inversión es poca, la curva de aprendizaje es relativamente corta y el retorno de la inversión y su utilidad igualmente es en poco tiempo. Pero como cualquier otro negocio tiene sus secretos, sus altibajos, y la experiencia hay que ganársela en el camino. Querer tener en seguida los mismos resultados y beneficios de aquellos que llevan ya un largo camino recorrido dentro del ramo, puede hacernos caer en la decepción rápidamente y esa no es la idea.
Ahorrar para gastar: Muchísima gente y empresas caen en este error. Ahorrarse unas cuantas monedas en la adquisición de materiales y equipos “mientras comienzo” es, precisamente, un mal comienzo. Preferible iniciar tu negocio en un nivel más bajo en categoría y con calidad, que con mayor estatus pero con calidad deficiente que de seguro te hará bajar rápidamente a un nivel inferior al que debiste comenzar. Hacer un buen estudio de mercado y comparar opiniones entre los demás usuarios sobre la calidad, asesoría, soporte y garantía de los distintos proveedores existentes y sus productos te dará una muy buena orientación sobre adonde o a quién dirigirte al momento de adquirir tus primeros bienes de capital, materias primas e insumos necesarios para comenzar a sublimar. A esto se le llama Gastar para Ahorrar.
Personal no calificado: Muchas de las empresa o personas que se dedican al negocio de la sublimación lo hacen teniendo en su mayoría como empleados a familiares o amigos. Eso no esta nada mal, siempre y cuando hayan sido previamente adiestrados y dominen su área. De no ser así, bien vale la pena contratar gente con conocimientos suficientes para hacer un buen trabajo y asegurar tanto la inversión como el futuro del proyecto.
Todo yo: Si piensas que por lo práctico y relativamente sencillo que es el proceso de sublimación puedes hacerlo solo, piénsalo una ves más. Por muy fácil que se vean, cada tarea del mismo debe tener su tiempo, su cuidados, supervisión y experiencia. No es nada recomendable “poner la orquesta, tocar, cantar y bailar al mismo tiempo.”
Basarse solo en teorías. No es malo buscar material de apoyo entre gente que ya tiene tiempo en el negocio, ni leer material en internet ni tampoco apoyarse en video tutoriales. Eso es positivo, pero en definitiva, tendrás que realizar tus propias pruebas. Muchas cosas influyen en la sublimación de productos, y detalles como la temperatura o la humedad de tu local son algunas que afectarán el resultado del mismo. Siempre haz tus pruebas antes de lanzarte a producir en serie.
Proveedor fabricante vs. proveedor importador: La elección del proveedor es vital. Un proveedor importador puede comprarle a diferentes fábricas y seguramente lo hará cuando las que le vendan con más frecuencia no puedan surtirle de algún producto. Lo buscará en otro productor y eso dará como resultado que tendrás en tu stock materiales y artículos de calidad variada lo que podría producir fallos o resultados no esperados en tus trabajos.
Toma en cuenta todos estos detalles. Cuando se invierte se tiene la expectativa de crecer en todo sentido. No de desfallecer al poco tiempo de comenzar.